Truman (2015)
Crítica Truman
Después de Una pistola en cada mano, el director Cesc Gay y los actores Ricardo Darín y Javier Cámara vuelven a trabajar juntos en esta comedia con trasfondo trágico por la que ambos intérpretes ganaron ex aequo la Concha de Plata al Mejor Actor en el Festival de San Sebastián 2015.
Sin duda Cesc Gay sabe dirigir películas y tras ver Truman uno no tiene dudas de que es un director a tener muy en cuenta de aquí en adelante. Lo que si me parece un poco exagerado es que se ensalce en demasía esta obra. Truman ha sido alabada por la crítica por su versión distinta, valiente e incluso divertida de enfrentarse a la muerte sin buscar continuamente la lágrima fácil. Algo que valoro e incluso agradezco pero que no me trago.
La película se apoya en dos actores de entidad. Ricardo Darín y Javier Cámara. Aunque para ser sinceros es más bien Darín el que lleva el peso de la película con una excelente interpretación, casi teatral. Su actuación está siendo reconocida y premiada allá por donde pasa, y no es para menos. Ya sabíamos del buen hacer de este gran actor que vimos no hace mucho en Relatos Salvajes o en El Secreto de sus Ojos.
Entonces, ¿cuál es el problema? Mi principal problema es que no me la creo. No me creo la amistad de ellos dos, necesito algo más de su pasado para creerme su amistad. Tampoco me creo, pese a que me parece muy bien tomarse así la muerte, el buen rollismo de Darín, me parece exagerado y poco creíble. No digo con ello que deba estar deprimido y pasar sus últimos días en soledad pero si contar algo más de sus decisiones. Pero donde más desconecto es con Javier Cámara pese a un buen arranque su manera de encajar todo sin replicar ni preguntarse prácticamente nada no me encajan. Pasado un rato su papel me parece repetitivo y su sonrisa hasta bobalicona. Tampoco ayuda la relación con el personaje interpretada por Dolores Fonzi y la lamentable escena sexual final.
Respecto al perro Truman pese a ser un punto de encuentro entre los dos y un apoyo para Darín que nadie espere mucho protagonismo por su parte. Como nefasta curiosidad mencionaré que el perro si que ha muerto desafortunadamente.
Como decía al principio Cesc Gay sabe dirigir y en su conjunto es una obra de calidad, con una cuidada fotografía y unos planos notables que dejan alguna que otra secuencia buena. En cualquier caso sin Ricardo Darín esta película pasaría desapercibida. ¿Sobrevalorada?
Lo mejor: Ricardo Darín, cuidada ambientación y fotografía.
Lo peor: no acaba de convencerme Javier Cámara, amistad sin pasado ni entidad, escena final lamentable