Año 2031, los pasajeros de un tren son los únicos supervivientes de la tierra. Con esta premisa arranca la nueva película, Rompehielos (Snowpiercer), del director surcoreano Bong Joon-ho. En mi opinión más que suficiente para que capte mi atención. ¡Viajeros al tren!

Bong Joon-ho es un escritor y director surcoreano de 44 años nacido en Daegu. Puede que para muchos sea desconocido, pero si menciono que es el director de la interesante, extravagante y cómica película de terror The Host (2006) más de uno empezará a saber de quién hablo. Con Snowpiercer esta vez Bong Joon-ho nos traslada a un mundo postapocalíptico en el que el ser humano ante la amenaza de calentamiento global decide hacer un experimento que se volverá en nuestra contra. Dicho experimento eliminará todo rastro de vida del planeta excepto unos pocos afortunados y no tan afortunados supervivientes que embarcaron a tiempo en el Snowpiercer, un tren que viaje dando vueltas al mundo en constante movimiento.

Obviamente estamos ante una película de ciencia-ficción, pero no nos dejemos engañar, Bong Joon-ho no se limita a presentarnos escenas de acción y efectos especiales. Podría quedarse en una simple película efectista, pero va más allá. Nos muestra una nueva sociedad con sus luchas de clase y perfectamente jerarquizada. Las difrencias de clases que hay entre la cola y la cabeza del tren, con dos mundos totalmente diferentes y al que parecen estar ajenos los pasajeros de la cabeza del tren disfrutando de sus lujos, excentricidades y comodidades. No sabemos como llegaría a manos de un director surcoreano el cómic francés «Le transpierceneige», título original de la obra que Casterman publicaba a Jacques Loeb y Jean-Marc Rochette hace más de tres décadas y que sirve de guión para la película.

Cuando uno ve Snowpiercer y se va trasladando entre los distintos vagones, desde la cola a la cabeza del tren, inevitablemente, una película pasa por mi cabeza, Cube. Sólo tengo que cambiar las paredes del cubo por vagones estrechos y claustrofóbicos e ir pasando de uno a otro para poder avanzar a la siguiente puerta. Si bien no tiene pruebas mentales sino más bien físicas o de acción. El tren descomunal dará juego a Joon-ho para poder explayarse y hacer vagones tan diferentes unos de otros que pueden ir desde una escuela a un acuario.

No es nada nuevo ver como el pueblo sufre mientras otros disfrutan de todo tipo de lujos. En estos casos siempre hay alguien del pueblo, un líder, que se rebela contra la situación y guía al pueblo. En este caso la figura del líder esta interpretada correctamente por Chris Evans conocido por interpretar actualmente al Capitán América y anteriormente a Antorcha Humana en los 4 Fantásticos. El joven actor no me transmitía nada especial que cualquier otra figura hollywoodiense pero en esta película el monólogo que hace al final me parece muy intenso. Me recuerda a la escena final del replicante de Blade Runner, salvando las distancias.

Joon-ho reúne un elenco muy internacional que va desde John Hurt (Gandalf) en el papel de Gilliam, Jamie Bell (Billy Elliot para los amigos), Ed Harris en el papel de maquinista que aparece como un nostálgico y cansado mago de Oz hasta Song Kang-ho. Song Kang-ho merece una mención especial. Este actor entre los seguidores del cine asiático no nos es desconocido y nos ha dejado papeles excelentes como la que ya recomendamos desde aquí Thirst (2009), Simpathy for Mr. Vengeance (2003), ambas del director surcoreano Park Chan-wook o el papel del quiosquero de The Host del propio Joon-ho como ya mencionamos.

También merecen línea aparte la excelente actuación de Tilda Swinton así como su hilarante caracterización de Mason, no deja de sorprenderme esta excelente actriz británica. Por parte femenina destacar también a Alison Pill de maestra en una breve y tan enérgica como desconcertante aparición. Un papel importante tiene Octavia Spencer (Criadas y Señoras) pero que no me resultó del todo convincente.

Pese a durar poco más de dos horas, en ningún momento se hace una película pesada y aburrida, sino todo lo contrario, entretenida, divertida y original. Por supuesto que puede tener fallos argumentales, situaciones inverosímiles, extravagantes o excesiva acción, pero creo que precisamente ese es el sello de las películas coreanas,  personalmente me gusta y me divierte. Respecto a la moda del cine apocalíptico el propio Bong Joon-ho dice lo siguiente: «Porque está claro que el mundo en el que vivimos no funciona. Estamos destruyendo los bosques, las diferencias entre los ricos y los pobres son cada vez mayores, y mucha gente teme por el futuro que les espera a nuestros hijos y nuestros nietos. Es necesario destruir este mundo y sustituirlo por uno nuevo, mejor. Es lógico que fantaseemos sobre ello.»

Película: Snowpiercer (Rompenieves).
Dirección: Bong Joon-ho.
Países: Corea del Sur, USA.
Año: 2013.
Duración: 126 min.
Género: Ciencia-ficción, acción, drama.
Interpretación: Chris Evans (Curtis), Tilda Swinton (Mason), John Hurt (Gilliam), Jamie Bell (Edgar), Ed Harris (Wilford), Alison Pill (maestra), Octavia Spencer (Tanya), Ewen Bremner (Andrew), Song Kang-ho (Nangoong Minsoo), Ko Asung (Yona).
Guion: Bong Joon-ho y Kelly Masterson; basado en la novela gráfica “Le Transperceneige”. Producción: Lee Tae-hun y Park Chan-wook.
Música: Marco Beltrami.
Fotografía: Hong Kyung-pyo.
Montaje: Steve M. Choe.
Diseño de producción: Ondrej Nekvasil.
Vestuario: Catherine George.
Distribuidoras: Good Films y La Aventura Audiovisual.
Estreno en Corea del Sur: 1 Agosto 2013.
Estreno en España: 9 Mayo 2014.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años.

Sinopsis: Un fallido experimento para solucionar el problema del calentamiento global casi acabó destruyendo la vida sobre la Tierra. Los únicos supervivientes fueron los pasajeros del Snowpiercer, un tren que recorre el mundo impulsado por un motor de movimiento eterno. Adaptación de la novela gráfica «Le Trasperceneige», escrita por Jean-Marc Rochette y Jacques Loeb.