No soy de los que quedaron entusiasmados tras ver la primera película de Marvel Los vengadores (2012). Es cierto que me entretuvo, pero no me dejó un gran sabor de boca. Algo parecido me ha ocurrido con esta segunda entrega Vengadores: La era de Ultrón (2015).

Quizás el problema sea que el director es el mismo, Joss Whedon (más conocido como guionista de series que por su faceta como director), los personajes son los mismos,  y en definitiva todo es más de lo mismo. Los personajes principales de Marvel, Thor, Capitán América, Hulk, Iron Man, Viuda Negra y Ojo de Halcón vuelven a reunirse para eliminar un nuevo peligro que acecha a la humanidad.

Si en la primera el enemigo era Loki, interpretado dignamente por Tom Hiddleston, en esta segunda entrega el enemigo es el robot Ultrón. Pero no estarán solos, como ya es habitual en este tipo de entregas que sirven también para introducir nuevos personajes. En este caso los recién llegados son Mercurio, Aaron Taylor-Johnson, y Bruja Escarlata Elizabeth Olsen (hermana pequeña de las gemelas Olsen, famosas por la serie de TV Padres Forzosos), y un viejo amigo que adopta una nueva forma, Visión, Paul Bettany. Quizás este último sea el que está resuelto de mejor manera tanto interpretativamente como caracterizado.

El guión es la parte que menos me ha convencido, las motivaciones de Ultrón me parecen precipitadas y poco creíbles, con algunos diálogos que rozan el infantilismo. Las relaciones entre los superhéroes no aportan nada nuevo y hemos perdido el factor sorpresa de la primera película. El abuso del CGI en algunas escenas hace que desconecte finalmente de la película.

Como decía la película es más de lo mismo, pero aún con todo siempre nos deja algunas buenas escenas. Sabemos que pagamos para ver efectos especiales, y es lo menos que podemos exigir a una película que cuenta con un presupuesto de 250 millones de dólares.  Destacaría algunas por encima de todas como una pelea entre Iron Man y Hulk (capaces ellos solos de arrasar un condado) y las secuencias de acción de los nuevos personajes que generan interés por ver nuevos poderes. También destacable es el diseño del robot Ultrón o la caracterización de Mark Ruffalo como Hulk.

La batalla final se hace interminable y carente de sentido. Una batalla final en la que los enemigos caen como moscas ante los superhéroes. Los pobres robots cuentan con un líder que es incapaz de tomar ningún tipo de decisión estratégica en la batalla. Acuden irremediablemente como hormigas poseídas hacia su destrucción, sin ningún tipo de orden.

La duración de esta batalla así como de la película, 143 minutos, se me hacen excesivas. La película me parece recomendable para fans, acérrimos de Vengadores, comics y superhéroes en general. O quienes tengan ganas de salir aturdidos sin pensar en nada más. No fue mi caso, aturdido y encantado salí de Mad Max, de esta sólo aturdido. Una película del montón y que olvidarás al poco tiempo de verla.

Con una recaudación de más de 1400 millones de dólares en el mundo, ¿alguien duda que habrá más? Efectivamente, además dos partes, Vengadores: La Guerra del Infinito – 1ª Parte (2018) y Vengadores: La Guerra del Infinito – 2ª Parte (2019).

Lo mejor: nuevos personajes, diseño robot Ultrón, efectos especiales

Lo peor: el guión, más de lo mismo, abuso cgi, duración excesiva