Crítica Cowboy de Medianoche (Midnight Cowboy, 1969)
Crítica Cowboy de Medianoche
Hoy me apetecía hablaros de un clásico del cine. Una excelente película que nos dejó dos maravillosas interpretaciones para el recuerdo entre otras muchas cosas. Cowboy de Medianoche (Midnight Cowboy, 1969), fue la confirmación como gran actor de Dustin Hoffman tras su película El graduado (1967) y el descubrimiento de Jon Voight.
Cowboy de Medianoche está dirigida brillantemente por John Schlesinger, director inglés que nos dejó obras conocidas como Marathon Man (1976) o De repente, un extraño (1990). El inglés Schlesinger aporta una mirada crítica en su debut estadounidense. El guión es de Waldo Salt y está basado en la novela homónima de 1965 escrita por James Leo Herlihy. Está adaptación le valió el Oscar al Mejor Guión Adaptado en 1970.
«Allá voy». El lavaplatos tejano Joe Buck interpretado por Jon Voight, en el que quizás sea el mejor papel que ha interpretado y en el que le catapulto a la fama, se dirige a Nueva York mientras suena de fondo la melancólica canción de «Everybody’s Talkin’ At Me», compuesta por Harry Nilsson. Joe Buck sueña con ganarse la vida ofreciendo sexo a las mujeres maduras y ricas de la gran ciudad. Ganarse la vida como un puto o gigoló. Sus sueños rápidamente se darán de bruces con la realidad y crudeza de la gran ciudad. Sus encuentros desalentadores tienen el momento más álgido con una muchacha rubia interpretada por Sylvia Miles que será recordado y demostrará la ingenuidad de Joe.
Pero Joe Buck no se encontrará sólo, conocerá al estafador enfermo Enrico «Ratso» Rizzo interpretado de una manera soberbia por Dustin Hoffman y que nos dejará un dueto interpretativo en lo más alto con secuencias que perdurarán en la memoria del espectador para siempre.
Schlesinger en Cowboy de Medianoche (Midnight Cowboy, 1969) trataba temas espinosos para la época en la que se rodó, tales como la prostitución y la homosexualidad. También tiene tiempo para mostrarnos un poco más de los finales de los 60 y sus psicodelia, en una secuencia que quizás esté más pasada de moda. Por si fuera poco nos va presentando como se forja la amistad entre los dos protagonistas pese a unos desencuentros iniciales. Quizás este sea el lado más positivo de la película ya que puede que su tono sórdido y deprimente terminen por cansar a más de uno.
Schlesinger nos mete de lleno en los progresos de esta tragicomedia que interpretan brillantemente sus protagonistas. Sin olvidarnos de un tercer protagonista, la ciudad. Sirve para representar perfectamente la soledad y el aislamiento al que se enfrentan sus personajes. Los paseos que dan los protagonistas por la ciudad son memorables, en especial mencionar la escena en la que Ratso se encara con un taxista que casi le atropella. La escena fue tal cual, ya que no tenían permiso para rodar en exteriores y Schlesinger la incluyo para la película dejando una frase para la historia del cine «Hey! I’m walkin’ here. I’m walkin’ here» .
Dustin Hoffman representa una cojera toda le película que consiguió metiéndose unas piedras dentro del zapato. Su actuación roza la sobreactuación pero en ningún momento llega al límite, está soberbio. Al igual que las mirada de Jon Voight llenas de ilusión y tristeza. Por medio de flashbacks se explicará un poco más de la historia de Joe Buck y su antigua novia Crazy Annie, interpretada por Jennifer Salt, la hija del guionista.
De las 7 nominaciones que obtuvo a los Oscar en 1970, ganó en 3 categorías, Mejor Fotografía, Mejor Director y Mejor Guión adaptado. Pese a que tanto Dustin Hoffman como Jon Voight estuvieron los dos nominados a Mejor Actor, el premio recayó precisamente en otro cowboy que pasaba por allí, John Wayne, recogiendo su único Oscar en su carrera por Valor de ley (True Grit, 1969). Cowboy De Medianoche, de John Schlesinger, es la única película clasificada como X en E.E.U.U. que ha ganado un Oscar. por aquel entonces se catalogó como película para adultos. Pese a estrenarse en 1969, en España no se estrenó hasta el 19 Septiembre de 1975 (un año exacto antes de que naciera yo, curioso).
La banda sonora de la película fue compuesta por el veterano John Barry aunque no fue acreditado en el montaje final. Pero por encima de la banda sonora emerge una excelente canción principal,»Everybody’s Talkin’ At Me», compuesta por Harry Nilsson que todos hemos escuchado en alguna ocasión. Bob Dylan escribió la canción «Lay, Lady, Lay» para la película pero no la acabó a tiempo para incluirla en la banda sonora.
Una película que se me antoja imprescindible para los más zinefilos.
Lo mejor: Un guión excelente, fotografía soberbia, interpretaciones brillantes y una canción que quedará para el recuerdo.
Lo peor: Que pueda entristecernos, muy dura.