Crítica Canino

19/01/2011
Created By:
Miguel Concha
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Categories:
- Críticas
Tags:
Canino, Cannes, cine de culto, cine griego, Giorgos Lanthimos

Es una frase hecha, un topicazo a estas alturas, decir que el hombre es sus circunstancias… En Canino, la cuarta película del director Griego, Giorgos Lanthimos. La frasecita en cuestión adquiere un significado siniestro, perturbador . Canino nos cuenta la historia de unos obsesivos padres que mantienen encerrados, separados y completamente aislados del mundo exterior a sus tres hijos. En donde ni siquiera las cosas tienen el nombre que usamos. En donde lo común y lo normal no tienen ningún sentido, el significado de todo está constantemente puesto en duda.

El único contacto que mantienen con el mundo exterior es a través de una chica, empleada de seguridad del padre, contratada por él para satisfacer las necesidades sexuales de su hijo, contacto en teoría controlado que desencadena un pequeño caos en la casa-bunker, cuando uno de los caninos ve una cinta de VHS (Rocky) propiedad de la sirvienta-empleada de los jóvenes.

Más que buscar respuestas o enseñarnos una película con moraleja, se nos plantean muchas dudas, un sin fin de preguntas que ni por asomo se resuelven. Lo aparente, lo cotidiano, lo conocido, se nos muestra pero brilla por su ausencia. Vemos una silla pero de repente tiene otro nombre, sabemos que lo que la cámara muestra se llama sombra pero para los caninos es otra cosa.

Uno de los puntos fuertes de la película es la recreación de la vida cotidiana de los jóvenes atrapados en su propia casa, y como el director nos logra transmitir de manera muy simple pero efectiva la claustrofobia y el agobio que nos produce la historia, hecho reforzado a mi juicio, con la ausencia de banda sonora que remarca el tono casi naturalista del film, la cámara esta puesta de tal modo que parece que somos unos vecinos cotillas, unos espías que casi de casualidad, se enteran de lo que realmente hacen esos vecino tan raros que viven al lado.

El ambiente es denso, trágico, siniestro, con un humor que roza lo macabro. La escena del número musical familiar es completamente ridícula, grotesca, espeluznante, divertidísima y todo al mismo tiempo.

Canino es una macabra fábula sobre el control absoluto, la educación, el aislamiento, los roles y responsabilidades familiares pero también es una película valiente, muy recomendable, con toda seguridad, no te deja indiferente. Mientras la ves, por un lado sientes que no pasa nada pero al mismo tiempo no dejas de asustarte, de sorprenderte, cuando descubres la clase de educación que están recibiendo los hijos y piensas cómo pudieron llegar a esto.

Salir de casa no siempre es lo más peligroso

Canino (Kynodontas) (Dogtooth)